miércoles, 3 de noviembre de 2010

PARA AQUELLOS QUE GASTAN Y GASTAN...

EL AHORRO

LILIAN ALARCON DURAN

Recuerdo que de chiquilla, en mi época de escolar, mi madre me regalo un cacharro que me pareció magnífico, el que acondicione como alcancía con el ánimo de guardar algo de dinero y comprar en un futuro cercano lo que en ese momento era mi sueño. De las monedas que me daban, guardaba uno que otro centavo del sucre nuestro de entonces. Al cabo de un año, -con mucho esfuerzo y persistencia- logré tener una pequeña fortuna con la que mi madre me compró una guitarra que fue para mí por varios años, mi compañera y amiga inseparable. Desde entonces practico el ahorro sensato, es decir guardo algo de dinero de mi sueldo, luego de hacer todos los pagos mensuales correspondientes. Hay una máxima que ha influido en mí como norma de vida, que repito a menudo a mis alumnos: si gano 100, gasto 99 y ahorro 1, así de sencillo. Es importante que el ahorro salga de los adultos hacia los niñ@s como parte de su educación, enseñarles a valorar el ahorro como principio de superación, como inteligente distribución del dinero para acciones posteriores que le apueste a la autogestión, independencia económica y desarrollo personal. De hecho es una postura pedagógica que se vuelve una actitud de vida, una acción concreta de mesura en los gastos ante el consumismo exagerado de estos tiempos. Entonces amig@s ¿Cómo adoptar y ejercer realmente una cultura de ahorro? Recomiendo lo siguiente que particularmente me ha dado grandes y satisfactorios resultados:

* Provéase de un recipiente o alcancía donde deposite las monedas que pueda guardar. Puede ser que se proponga diariamente guardar las monedas de 25 centavos. De este modo, no tendrá que deshacerse de todas sus monedas, de hecho, con las que va ahorrando, logrará juntar después de un tiempo, una buena cantidad de dinero. A lo mejor, pueda instituirse metas de ahorro y al cumplirlas, tomar un porcentaje pequeño para comprarse algo que le guste.

* Abra una cuenta de ahorros, la cual no pueda ni deba tocar, y sitúe allí sus fondos, mínimo el 1% de sus ingresos. Será la forma más efectiva de tener su dinero a salvo, incluso de ti mismo.

En este año que recién decurre, trate de iniciarse en este proyecto, a lo mejor a la vuelta de un año, estas reservas le permitan adquirir un mejor carro, o tomar unas hermosas vacaciones. En fin amig@s lectores, creo, que si bien el presente es para vivirlo intensamente, no está demás ocuparse por que el futuro inmediato sea de equilibrio financiero tanto personal cómo familiar. Recuerde: “Las reservas de hoy garantizan la tranquilidad del mañana”

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