miércoles, 3 de noviembre de 2010

LOS SUEÑOS SON SUIEÑOS...

UTOPIA

LILIAN ALARCON DURAN

El Diccionario Español Actual, nos ilustra con ésta definición de utopía: “Plan, idea o pensamiento que se muestra como irrealizable en el momento de ser concebido o formulado.” Ejemplos: “Volar como los pájaros es un sueño utópico”, “Que todos los seres humanos somos iguales ante la ley, es una creencia utópica”... “La Utopía” de Tomás Moro es, sin duda, la obra literaria más destacada del género utópico, la tomó como referente para mencionar la isla fantástica que imaginó en su célebre novela, y en cuyo contexto estableció su modelo de estado ideal vinculado a la racionalización del orden social. Es usual identificar utopía con fantasía, con presunciones sublimes, con aspiraciones profundas del espíritu humano. El significado de Utopía puede ser disímil de acuerdo al esquema mental que se tenga, sobre todo si se quiere describir una actividad o gestión que se cree quimérica: en el gobierno de Rafael Correa, dicen sus críticos: es una utopía eso de implantar una democracia participativa o socialismo del siglo XXI cuya base es el humanismo o la persona ante todo, con igualdad de oportunidades para todos. En la otra orilla, los partidos políticos y grupos de poder -repudiados y rechazados- continúan en su sueño perpetuo (utopía): que les corresponden aún los privilegios y ventajas de siempre para todos ellos, creen que son los enviados porque por años han manejado la cosa pública. Pretenden dolosamente continuar administrando ciertas instituciones del estado que han sido su fundo, gritan y patalean por mantener sus privilegios. Es que en un país donde siempre han maniobrado los mismos grupos de poder, es difícil instaurar –sin pensar en espejismos- procesos avanzados de igualdad y paridad sin producir resquemor y la sensación de que a alguien le están haciendo trampa. La Utopía peligrosamente puede convertirse en la prisión que nos mantenga resignados y aceptando nuestra supuesta "condición". Así las cosas, me niego a seguir culpando a diestra y siniestra por todo lo que está retorcido en nuestro país y seguir impasible. Ecuador no es una isla imaginaria o de fantasía... ¡Es una realidad!!! Nosotros los ciudadanos/as si nos proponemos apoyar procesos audaces, intrépidos y originales conseguiremos cambios importantes en nuestro país. ¿Hay alguien de acuerdo conmigo?

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