viernes, 26 de noviembre de 2010

ANTE LA MUERTE DE UN HIJO

ANTE LA MUERTE DE UN HIJO

LILIAN ALARCON DURAN

Querida Aminda:

La muerte de un hijo es una de las experiencias más duras, difíciles y dolorosas que puede sufrir un ser humano. Los padres, en especial las madres, nos sentimos responsables de la protección de nuestros hijos y, su pérdida, suele ser vivida como una frustración y en ocasiones con una gran culpa. Tu amado hijo se fue prematuramente para siempre, y cuando se va un hijo para siempre, no deja de doler su ausencia...al contrario de lo que debería ser el tiempo, hace doler mas el alma...se extraña tanto, se sufre tanto... No tengo palabras, no puedo decir: lo siento, te acompaño en tu dolor; frases que no sirve de nada si el dolor producido es TOTAL: es que es un dolor biológico (duele el cuerpo), psicológico (duele la personalidad), familiar (nos duele el dolor propio, del esposo y de la hija), espiritual (duele el alma). De hecho, con la pérdida de un ser amado duele el pasado, el presente y especialmente el futuro. Toda la vida, en su conjunto, duele. ¡Como duele! No sé dar consejos, pero solo te digo que : Amar a un hijo que se ha ido físicamente para siempre, es renunciar a su presencia material; renunciar a que vuelva, porque espiritualmente sigue estando ahí, en los rincones de la casa, en su cuarto, en sus cosas, en el silencio que te invade, ya no causa pánico su muerte solo queda una suprema tristeza, es un desierto espiritual que se hace acogedor, porque está allí lo más valioso que tienes, lo esencial de la vida, lo que nos pertenece cuando ya no se puede nada: Los recuerdos. Entiendo que nada consigua disipar el vacío que ese viaje sin regreso a dejado en el mismo centro de tu ser, -del que él formo parte- un vacío difícil de llenar. Son momentos de muchas interrogantes estimada Aminda; eres más consciente que antes de lo que es importante y lo que es trivial en la vida. Tu ser amado vivió, pero tú todavía estas viva. ¿Vale la pena la vida? , te preguntaras en ocasiones. ¡ Sí querida amiga si vale la pena vivir, está tu esposo, tu amada hija, los dos te necesitan, tus familiares y amigos que te quieren; tantos niños en la calle que se contentaran con solo una sonrisa tuya! Refúgiate en Dios, pídele a él serenidad para aceptar las cosas que no puedes cambiar, valor para cambiar las cosas que puedas cambiar, sabiduría para poder diferenciar lo bueno de lo malo y amor, mucho amor para dar a tus seres queridos. Comprendo que no es hora de dar "lecciones" de esperanza, de creencias, ni de fortalezas, simplemente, no estás sola, otra madre te acompaña y comprende tu sufrimiento

Un abrazo fuerte

dilima@interactive.net.ec

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