miércoles, 21 de septiembre de 2011

ROCAFUERTE Y SU ALCALDE

ROCAFUERTE Y SU ALCALDE

LILIAN ALARCÓN DURÁN

Por lo general, el progreso de una ciudad se vincula directamente con la o las personas que están como autoridad y poseen cualidades únicas para caminar directamente al desarrollo. Me refiero al alcalde de Rocafuerte, Ing. Roque Rivadeneira Moreira, cuyo “hacer bien las cosas” en base a grandes ideas e innovaciones ha transformado esencialmente este centenario y muy querido cantón.
En este marco, como hombre visionario (de gran formación académica), de mucha sencillez y carisma
que ha construido su vida sobre una solida base de honestidad, carácter, integridad, confianza, amor y probidad, que con un enfoque de vida al servicio a los demás, está alcanzando las metas propuestas como oferta de campaña. Es que este Rocafortense que ama a la ciudad donde nació, ha logrado a través de la inclusión y la corresponsabilidad ciudadana, el que todos y todas participen en el gran cambio cantonal requerido, porque sólo los que se conocen e interactúan entre sí, pueden entenderse y convivir solidariamente. Ahora, por primera vez en sus 158 años de vida, en Rocafuerte: “Ciudad de los blancos campanarios y los mejores duces del país”, se respira expectativas en un futuro promisorio para sus ciudadanos y ciudadanas: opera por fin, una agencia del Banco de Fomento, se cuenta con una oficina de la fiscalía que consolide la seguridad ciudadana; se ha iniciado un proceso serio de asfaltado de las calles, se ha construido 160 albarradas en varias comunidades rurales para potenciar la agricultura, motor de la economía local, se construye el sistema vial a todo vapor, se elabora el plan estratégico en base a un conjunto de acciones que permita pasar de una situación de estancamiento a otra definida, promisoria y factible. En fin, se aplica un proyecto de ciudad, en donde el colectivo con el Alcalde a la cabeza, realizan un trabajo serio y efectivo que los está conduciendo a una reforma segura y a la ordenación inteligente de la ciudad. Esto implica, en primer lugar, una ruptura con los tradicionales “borrón y cuenta nueva” de las antiguas administraciones municipales, y en segundo lugar, una reconversión mental, para superar la barrera de una creencia generalizada y pesimista, que no veía viable una tarea de ésta magnitud histórica.

En este mes de celebraciones por un año más de su cantonización, felicito a mis coterráneos y coterráneas por hacer de nuestra ciudad, más amable, acogedora, y mucho más productiva. ¡Salud mi Rocafuerte del corazón, como te digo en mi canción!

Portoviejo, Septiembre 21 de 2011