DEL AMOR Y LA AMISTAD
LILIAN ALARCON DURAN
Mes de febrero, de carnavales, de conmemoración de la muerte de J.J. (Julio
Jaramillo), sobre todo, tiempo en el que se respira por doquier el amor con mayor
intensidad, es que él 14 de febrero se
celebra el día de San Valentín, fiesta del amor y la amistad. Según la historia, se cree que la festividad
procede de la celebración romana de las Lupercalis (15 de febrero) en que se
honraba a Luperco, dios ítalo de los pastores;
su propósito inicial era el de asegurar la fertilidad de los campos y
los rebaños. Con el tiempo esta conmemoración se fue asociando con la de dos
mártires romanos, ambos llamados Valentín, que vivieron en el siglo III, y que
se celebraba el 14 de febrero. San Valentín ha sido tradicionalmente
considerado como el santo patrón de los enamorados. La costumbre actual en este
día, es la de felicitar personalmente con abrazos y besos a los seres queridos,
la de enviar tarjetas de felicitación u ofrecer algún regalo a familiares, amigos/as y a la pareja elegida, en prueba de
amistad, afecto y ternura.
Sobre el amor de pareja se ha dicho
y escrito mucho, sobre todo proporcionando
recetas de como encontrar el amor
verdadero y el secreto de la felicidad. Esta
gran cantidad de recomendaciones solo enredan y confunden y en muchos casos los/las jóvenes prefieren no correr el riesgo de un
compromiso formal por miedo a sufrir decepciones, traiciones o engaños. Sin embargo, la vida
sigue su curso y nos da lecciones sabias de las que debemos aprender, quiero
contarles una historia real que data de unos 20 años: Un día se acercó a una
anciana maestra, una joven que lloraba
amargamente, le preguntó la anciana el porqué de su tristeza, mi novio me dejó
por otra chica de cabello más claro y mucho más esbelta que yo, respondió la
joven; “hija mía, le dijo la maestra, enamórate de un gran hombre y no volverás
a llorar” y continuo: “un gran hombre, no es que tiene más dinero ni el más
guapo, es aquel ser lleno de transparencia, que no oculta sus verdaderos
sentimientos, es el que abre su corazón sin rechazar la realidad, es quién ama
y admira a una mujer por lo que es, por
sus cimientos morales y grandeza interior”.
La chica siguió el consejo sabio de su querida maestra y hoy está
felizmente casada, con un gran hombre que la ama por lo que es y por lo que son
cuando están juntos, que nunca la ha hecho llorar, sino sonreír por lo mucho
que han logrado con el pasar de los años, siempre juntos!