JEANNE
BARET: LA PRIMERA MUJER QUE DIO LA VUELTA AL MUNDO
LILIAN ALARCON DURAN
A lo largo del
tiempo, muchas mujeres han luchado por conseguir un lugar destacado en un mundo
que parecía ser dominado por los hombres. Muchos avances y costumbres han
cambiado gracias al esfuerzo y trabajo de ellas. Aquí una historia interesante
de lucha y aporte a la ciencia: Un botánico de la Universidad estadounidense
de Utah, Eric J. Tepe, ha tenido que ser el que rescate para la ciencia, la
memoria de una de las primeras mujeres francesas que se atreviera a entrar en
el siglo XVIII en el cerrado y machista mundo académico. Se trata de Jeanne
Baret, la mujer que, siendo de procedencia muy humilde, se disfrazó de hombre
para poderse embarcar en la aventura
científica más osada de la época, la expedición de Bougainville, que dio la
vuelta al mundo y provocó un salto cualitativo en los conocimientos geográficos
y biológicos.
Tepe,
que trabaja fundamentalmente en taxonomía y diversificación de plantas,
especialmente en América Latina, descubrió la figura de Jeanne Baret, casi por
completo ausente de la historia de la ciencia francesa, al escuchar una
entrevista a la estadounidense Glynis Ridley, autora de la biografía: “ El
descubrimiento de Jeanne Baret”. Un relato sobre ciencia, océano y sobre la
primera mujer que dio la vuelta al globo.
En
Francia, Baret ha dejado alguna huella. Por ejemplo, figura en los relatos que el
propio comandante Louis Antoine de Bougainville, así como el enciclopedista
Diderot, escribieron sobre la expedición y sus resultados. También, por
supuesto, el Ayuntamiento donde falleciera tras su regreso, Saint Antoine de
Breuilh, ha descubierto que puede convertirse en una buena insignia turística.
Pero
lo increíble es que poca o ninguna huella queda en la ciencia oficial francesa
y tampoco en las colecciones botánicas del Museo Nacional de Historia Natural.
Y ello, pese a que esas colecciones heredaron el inmenso trabajo de recolección
y clasificación de la mujer en varios continentes. Ninguna planta de las que
recolectó lleva su nombre declinado en latín, como suele ser la costumbre para
los descubridores. Commerson y Barret, durante la expedición, recogieron y clasificaron unas 70 especies de
plantas en lugares entonces poco estudiados por la ciencia, como la bahía de
Río de Janeiro, el Estrecho de Magallanes, Tahití, Madagascar y el propio
Mauricio.
Hoy,
Tepe, el científico de la Universidad de Utah, ya ha encontrado la manera de
reparar ese olvido de la historia oficial de las ciencias. Desde hace poco,
según relata la revista Phytokeys, una planta descubierta por Tepe lleva el
nombre científico de Solanum baretiae. Se trata de una planta endémica de
ciertos puntos del sur de Ecuador y el norte de Perú, que crece oculta en el
sotobosque. Tepe la ha escogido porque sus hojas varían de forma, tal y como
ocurre con esa otra planta que inicialmente hace más de tres siglos, iba a llevar el
nombre de la primera mujer que dio importante contribución al saber y al conocimiento.
Portoviejo-Manabí-Ecuador
Noviembre
de 2013