viernes, 4 de febrero de 2011

SOBRE LA CONSULTA POPULAR

REFERENDUN Y CONSULTA POPULAR

LILIAN ALARCON DURAN

El referéndum y la consulta, son instituciones previstas en la Constitución, e instrumentos importantes para preguntarle al pueblo sobre diferentes temas, entendiéndose que es una forma de conocer el sentir de la gente en cuanto a temas trascendentales como reformas o enmiendas a la constitución. El Presidente Rafael Correa, en uso de sus atribuciones, entregó un cuestionario de diez interrogantes a la Corte Constitucional para que califique la legalidad de las preguntas para la consulta y dé paso a la convocatoria por parte del Consejo Electoral. De esas preguntas: cinco implican un cambio constitucional sobre la extensión de la prisión preventiva, la restricción de las medidas sustitutivas de la prisión preventiva que pueden dictar los jueces, la reestructuración del sistema judicial, la modificación de la composición del Consejo de la Judicatura y la limitación de los negocios que pueden poseer los dueños de bancos y medios de comunicación; las otras cinco, plantean convertir en delito "el enriquecimiento privado no justificado", la no afiliación de los trabajadores a la Seguridad Social por parte de las empresas, así como la prohibición de los juegos de azar y corridas de toros. Además, el plebiscito plantea por último, la creación de un "Consejo de Regulación" sobre los contenidos en la prensa que contengan mensajes de violencia, sexuales o discriminatorios. El debate ha subido de tono en el país, se emiten criterios a favor y en contra del cuestionario de la consulta y referendo; sin embargo, la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas, consideramos que la responsabilidad debe ser compartida (estado-sociedad), tanto en cuanto el resultado de la opinión ciudadana en el plebiscito, conlleve a la reforma de leyes referentes a seguridad, la reestructuración de estamentos judiciales, normativas económicas, y un proceso de reformas constitucionales adecuadas a la coyuntura que vive el país. Confío en el buen sentido de los integrantes del Tribunal Constitucional, quienes examinan ahora la propuesta del Ejecutivo, y sea ésta acogida favorablemente por ellos, para ulteriormente, los ecuatorianos y ecuatorianas -una vez informados en debida forma- con responsabilidad y civismo, expresemos nuestra voluntad en las urnas. A este referendo y consulta, es preciso contestar "SI" a cada una de las diez preguntas planteadas por el Presidente Rafael Correa a fin de que se produzcan las correcciones constitucionales urgentes y así continuar con el proceso de cambios profundos que ya se dan en el país a todo nivel. Seguramente, el pronunciamiento por el "SI" será categórico y rotundo, como respuesta irrebatible a vivir con seguridad, por una justicia transparente y posible para todos, y al buen vivir al que tenemos derecho los ciudadanos y ciudadanas.


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