SOBRE EL EQUILIBRIO
LILIAN ALARCON DURAN
El equilibrio es lo
que mantiene todo en su lugar y lo mueve ordenadamente tanto en el mundo material
como en la vida de los seres humanos. Una personalidad equilibrada es la clave
para el éxito. De hecho, ser equilibrada en todos los aspectos es uno de los
objetivos finales del desarrollo personal
y espiritual.
En
Oriente, hace ya cientos de años, el Taoismo supo expresar de forma maravillosa
el equilibrio dinámico en el símbolo que identifica el Tao. Este símbolo
representa el equilibrio entre los complementos yin-yang,: luz y oscuridad,
alegría y tristeza, día y
noche, entre otros antagónicos.
La
vida se compone de diferentes segmentos, que se mezclan y se conjugan entre sí,
dicha acción es algo sobre lo cual no creo tengamos mucho control, pero lo que
sí podemos cuidar es que se relacionen de manera positiva, logrando un balance
casi admirable. De
hecho, ser equilibrada significa estar siempre alerta, plenamente enfocada y
tener una visión amplia de la existencia. El equilibrio viene a través de un
entendimiento profundo de la humildad y de la tolerancia, de la comprensión de
que aunque la vida está llena de altibajos, debemos mantener siempre una
autoestima elevada, capaz de apreciar la
belleza y el significado de cada situación, sea favorable o adversa y la habilidad de aprender de la situación y
avanzar con sentimientos positivos.
Mi concepción de
equilibrio nunca ha sido la mejor, empezando por el hecho de que vivo en una
búsqueda continua de esa armonía necesaria en la vida. Recientemente he tenido que invertir una
mayor dosis de energía en ello. Por eso
divido mí tiempo entre mis 2 ocupaciones que copan mi tiempo, la docencia en la
FCAE-UTM, y en el colegio la Cátedra más
las funciones en el Departamento de proyectos que tanto me gustan. La parte personal camina con algo de descuido
desde hace algún tiempo ya; es que estoy en ese momento en el que emergen
muchas cosas importantes, y me esfuerzo y trabajo en todas a la vez. Conforme pasaban los
días notaba una extraña ausencia de algo: quería expresarme pero no sentía deseos
de escribir. Percibí que necesitaba optimizar mi equilibrio interior. En fin, ahora que se vienen cambios
importantes en la docencia superior que no dudo afiancen ese contexto aunque no sé si lo equilibren,
retomo el camino trazado hace ya algún tiempo, cuando me puse frente a mi computadora y me dije
que quería contribuir a la colectividad con
mi humilde opinión, lo que si resulta incuestionable es que con este aporte
cambié mi propio mundo y lo hice un lugar
con mayor armonía espiritual
PORTOVIEJO-Manabí-Ecuador
Septiembre 2012.
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