REFLEXIONES
LILIAN ALARCON DURAN
Rosaura Vásquez, Economista
y profesora universitaria de 37 años,
recibió la notificación de su desvinculación en febrero, luego de cinco años de impartir clases de Economía l y ll en
una de las universidades del país, con
ella salieron otros 388 profesionales. A todos les cayó como balde de agua fría
esta terrible noticia. Sin embargo, no se quedó quieta e inmediatamente ha
dejado su hoja de vida en algunos lugares donde posiblemente la puedan emplear,
pues necesita trabajar para ayudar a su
esposo a pagar una hipoteca, los servicios básicos y las colegiaturas de sus
hijos. También está pensado en instalar con dos colegas un pequeño centro para
adiestramientos y capacitaciones y hacer investigaciones económicas.
Es que perder
el trabajo es una situación dolorosa, angustiante. Un trabajo no solo es la
fuente de ingresos económicos, sino la actividad que más horas requiere. Por
otra parte, en ese espacio se producen emociones diversas, de superación, desengaños,
buenas y no buenas relaciones. Con todo, el espacio donde se labora es un
segundo hogar y una segunda familia, por lo que una desvinculación es un evento
difícil de sobrellevar, es más dolorosa cuando nos damos cuenta que no podemos
adquirir los alimentos básicos de costumbre por lo elevado del precio de estos productos.
El trabajo es
parte fundamental de la vida de una persona adulta. Un empleo le permite al
profesional desarrollarse en su área, establecer tejidos de contactos, además
de poder costear gastos relacionados a vivienda, salud, tiempo libre, entre
otros. Sin embargo, en el país crecen los desempleados, es decir, personas que
actualmente no están trabajando.
La
recesión de la economía, esencialmente
por la caída del precio del petróleo, la apreciación del dólar, el despilfarro
de nuestros dineros en burocracia
innecesaria y la devaluación de la
moneda en los países vecinos
son las principales causas del inestabilidad creciente en el país; para algunos expertos estamos como el 2007 en materia laboral. El gobierno de Rafael Correa cree que implementando estrategias de última hora podrá aplacar el problema del desempleo en el año que decurre, yo creo que no servirá de mucho.
son las principales causas del inestabilidad creciente en el país; para algunos expertos estamos como el 2007 en materia laboral. El gobierno de Rafael Correa cree que implementando estrategias de última hora podrá aplacar el problema del desempleo en el año que decurre, yo creo que no servirá de mucho.
En
definitiva, debemos aceptar que no estuvimos preparados para enfrentar ésta
crisis de impredecibles consecuencias, el gobierno continuando con gastos
innecesarios, el aparato burocrático igual de obeso, sin colegir que el
verdadero progreso –aparte del conocimiento y educación- camina de la mano del
trabajo, del incentivo a la inversión privada, de creer en nuestra gente y
apoyar sus ideas, de dejar de llenar los bolsillos de unos cuantos que están en
puestos superfluos, y sobre todo de abandonar el camino del enfrentamiento,
petulancia y la soberbia,
PORTOVIEJO - MANABI- ECUADOR
15-04-2016