EMERGENCIA ECONÓMICA
LILIAN
ALARCON DURAN
Por fin el Presidente de la República no tuvo más
remedio que aceptar lo que pasa en la economía del país y decir: “Son momentos
duros y no los quiero engañar, enfrentamos una dura emergencia”. Estamos conscientes que las causas que afectan
a la economía de nuestro país son durísimas por la caída en picada del precio
del barril de petróleo y el derrumbe de
las bolsas de países fuertes, además se
pronostica la erupción del Cotopaxi y la presencia del
fenómeno de El Niño, lo que nos haría enfrentar
una situación aún más grave. Lamentablemente, no contamos con reservas de dólares
para enfrentar esta difícil situación -este gobierno no cultivo la cultura de
ahorrar para épocas de vacas flacas-. No
existe inversión privada y el modelo de desarrollo estatista se prueba como el no adecuado. Las y los ecuatorianos estamos inquietos por los sucesos últimos, y por lo que podría venir. Es necesario evitar el pánico en los
ciudadanos, por lo que le toca al gobierno implementar medidas que transmitan a la gente que el Presidente
economista, tiene conciencia del
problema, con mea culpa por su falta de
previsión para protegernos exitosamente
ante la llegada de un vendaval como el que atravesamos, sin tener nadie que nos
rescate (caso Grecia) y sin visos de lograr una pronta salida.
Por ello, está bien que se
fusionen secretarias y ministerios que a
mi juicio, son excesivos, que en
cualquier caso significará un ahorro de recursos. No será un gran impacto en la
reducción de gastos, pero todo ayuda, aunque al mismo tiempo supondrá eliminar
algunos cargos públicos con la consecuente afectación para los excluidos.
El país necesita capitales y
para obtenerlos debe crear condiciones que permitan la reactivación de la
inversión privada, entre ellas, estímulos financieros de la mano de una
seguridad jurídica orientada. Personalmente
creo no es momento para confrontaciones,
es necesaria la colaboración decidida de todos los sectores, pues los efectos
de la crisis tocará a todos y todas.
Las responsabilidades de lo
que está pasando, las establecerá la historia, por ahora busquemos como aportar
positivamente a este momento de gran incertidumbre. En todo caso, estamos en
una encrucijada que tiene a todos aturdidos y en aprietos.
Portoviejo
– Manabí – Ecuador
28
de Agosto de 2015