DIME DE QUE PRESUMES…
LILIAN ALARCON DURAN
LILIAN ALARCON DURAN
…Y TE DIRÉ DE QUE CARECES”, lapidaria frase que se refiere a quien pretende siempre aparentar ser esa persona que en realidad no es, ni ha sido. Es cuando alguien quiere mostrarse ante los demás como un ser lleno de virtudes, de mucha honra, compostura y probidad. De hecho, la vanidad y pedantería, conduce al vergonzoso ensalzamiento personal. Es que las personas petulantes son orgullosas, egoístas, y mentirosas, producto en ocasiones, de complejos que se arrastran, desde la niñez y juventud, por lo que les tocó vivir, y no lograron superar. Declararse “superior” a los demás, es de las cosas más desagradables e dolosas que a veces hay que soportar de una que otra persona, fatua, aparente y nada humilde.
Conozco personas con cierta capacidad intelectual que no escatiman en mostrar con exceso y jactancia lo poco que saben, y se sienten complacidos con ellos mismo. Ese deseo de ser admirado por la alta percepción de los méritos propios, equivale a mostrar que: su vanidad es mayor que su inteligencia,. Son personas que se vanaglorian de lo que hacen, de lo que son, de la imagen que dan; manifiestan con frecuencia engreimiento, y petulancia. Por lo general intentan engrandecerse ellas mismas para poder tranquilizar esa inseguridad que es simplemente la confirmación de que no hay nada de cierto en esa publicidad gratuita que lanzan constantemente proclamando sus virtudes.
Los grandes seres humanos no dicen lo que son, su ejercicio profesional y actuación justa en su vida, los evidencia. No hay nada más sano que ser humilde, sencillo y mostraste autentico, sin ninguna mascara que esconda la verdadera personalidad. Que las demás personas nos conozcan tal como somos, con defectos y virtudes, que sean ellas quienes exalten nuestros méritos y logros y elogien nuestras bien ganadas cualidades.
Definitivamente, las personas que no hacen alarde de su “dotes”, son aquellas que se dedican a cultivar su espíritu, a no tratar de hacer daño a nadie, y a desarrollar su inteligencia emocional.
“El verdadero ser humano inteligente es el que aparenta ser “insulso” delante de un “insulso” que aparenta ser inteligente”.
Portoviejo-Manabí-Ecuador
Enero 20 de 2012.
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