miércoles, 3 de noviembre de 2010

EN EL DIA DE LAS MADRES!

EL PRIVILEGIO DE SER MADRE

LILIAN ALARCON DURAN.

Todo empezó cuando a mis veinte años, empujé con fuerza y di a luz a Gerardo, mi primer hijo, me costó casi 20 horas de parto traer al mundo un bultito tibio, rosado, de casi 7 libras de peso, la emoción no me dejaba hablar, lloraba, no entendía nada, exhausta me sorprendí de haber sobrevivido a la aventura de parir en alumbramiento normal. Luego de ocho años me predispuse a tener un segundo hijo, el proceso de parto normal duró pocas horas, como unas tres más o menos, para mi felicidad nació niña, gordita con más de 7 libras, dotada de ternura y belleza, linda es mi María Victoria, a quién con amor le decimos Pilly.

Como si dos fueran pocos, luego de 4 años de nacer la Pilly, me embaracé nuevamente y nació un amoroso niño: Dílmer Elías, en parto cesárea, no tuve el valor de parir normalmente, me asusté mucho y preferí la operación. A los tres los llevé con amor nueve meses en mi vientre, fue un tierno proceso de formación y crecimiento de estos estupendos seres, meses de antojos y ganas de comer a cada rato que no se pueden reprimir, de ir engordando, de caminar soso como un pato, de dolores normales, -decía el medico-, por lo grande del vientre y estrías que allí quedaron como mudos testigos del bendito milagro de la procreación.

El nacimiento de cada uno de ellos fue cambiando mi vida, nada volvió a ser igual, no pegaba los ojos así cayera de sueño, si uno de ellos se mostraba intranquilo o ansioso, me ponía confundida y llorosa si no se calmaban, me olvidaba de todo lo que tenía relación conmigo, pero siempre tan feliz, sintiéndome bendecida, cuando ellos luego de dormir placidamente, despertaban y podía apretarlos junto a mi corazón con todo mi amor de madre. La llegada de cada uno fue una experiencia única, exclusiva y especial, es allí donde justiprecié y valoré en toda su dimensión, la faena y tarea de mi madre, y de muchas mujeres que con gran sacrificio y abnegación han sabido ser madres en todos los momentos de su existencia. Ser madre es asumir una misión celestial, es en verdad un privilegio.

Todos han crecido ya , supere hace tiempo la etapa de pañales, biberones, los primeros golpes que se dieron al caminar, los accesos de fiebre alta, de gripes, de ir seguido al Pediatra, el terror de que casi atropellen a Elías, en fin tantas cosas que me pusieron el alma en un hilo; pero el período de ser “mamá” preocupada por todo lo relacionado con los hijos, es eterno e indisoluble, ¡gracias a Dios!.

Ahora estoy viviendo con hijos estudiantes de colegio y la universidad; con inquietudes y dudas propias de su edad; a pesar de mis ocupaciones ( profesora de nivel medio y superior) siempre estoy preocupada por inculcarles valores éticos y morales, que se alimenten bien, por que su ropa este lista en sus respectivos cajones, porque cumplan responsablemente sus tareas de estudiante, que sean solidarios con familiares, y amigos, para que puedan tener una sana convivencia familiar y social; He tratado de ser en todo momento un ejemplo vivo, un espejo de cuerpo entero en que ellos se miren, sintiéndome inmensamente feliz y confortada el alma cuando me prodigan una sonrisa atenta, un “gracias mamá”, un cariñoso y fuerte abrazo y un “te amo mucho” ¡que más puedo pedir, si soy tan afortunada! Como ser humano que soy, he de cometer y haber cometido muchos errores y fallas, sin duda alguna, pero la maternidad me reivindica, colocándome en un sitial maravilloso de privilegio y exención, ¡gracias Dios por los hijos que me distes! En este mes de mayo a todas ¡Feliz día de las madres!

LA HISTORIA DEL DIA DE LAS MADRES

dilima@interactive.net.ec LILIAN ALARCON DURAN Mg. Gp.

El origen del día de las madres, se remite a la Grecia antigua, quienes celebraban las fiestas en honor a Rhea, madre de todos los dioses. En Inglaterra en el siglo XVII se celebraba un día llamado “Domingo de madres”. Con la expansión del cristianismo por toda Europa, la celebración se cambió y se ofreció en honor a la Virgen madre, para alcanzar la protección espiritual de ella.

En los Estados Unidos, el día de las madres se estableció en 1871 cuando Julia Ward Howe (compositora del himno de la batalla de la Republica) organizó en Boston, en un comienzo el día de la Paz, dedicado a las madres. Lo que perdura hasta nuestros días, se inicia con la tierna historia de una joven que pierde tempranamente a su amada madre, y concibe la idea de dedicar un día sin igual, para rendir tributo a la madre; es así que decide en 1905, iniciar una campaña escribiendo a sus profesores, religiosos, políticos, abogados y otras personalidades, pidiéndoles apoyo para su proyecto de celebrar el “Día de las madres” en el aniversario de la muerte de su madre, el segundo domingo de mayo.

Esta joven estadounidense, de Philadelphia, llamada Ana Jarvis, motivó a muchos de sus compatriotas, quienes respondieron favorablemente a este proyecto y ya en 1910, era celebrado en casi todos los estados de los Estados Unidos el “día de la madre”. El congreso de los Estados Unidos se hizo eco de un proyecto de ley a favor de la celebración del Día de la Madre en todo el país.

En 1914, luego de la deliberación y aprobación del proyecto, el entonces Presidente Woodrow Wilson firmó la petición que proclamaba el día de la madre como una fiesta nacional, que debía ser celebrada el segundo domingo del mes de mayo. Posteriormente otros países se fueron sumando a la celebración y Ana Jarvis con mucha emoción pudo ver como muchos países, más de 40, de diferentes partes del mundo se sumaron a este gran acontecimiento, fruto del amor de una hija, que quiso rendir homenaje y glorificar a su madre y a todas las madres del mundo, quienes lo entregan todo, hasta su vida en favor de sus hijos.

Es digno de resaltar con mucha admiración también en nuestro país, en 1990, hace catorce años, bajo la inspiración de su amadísima madre, el escritor manabita Lcdo. José Macias Miranda instituyó la fundación “Pro Certamen Reina del Ecuador de la Tercera edad”, desde esa época, la mujer convertida en madre, ha sido motivo de múltiples homenajes como Reinas y Soberanas de muchos pueblos de la patria, para luego participar en el ya fecundo evento denominado REINA DEL ECUADOR DE LA TERCERA EDAD, siempre acompañadas de sus emocionados esposos, hijos y nietos quienes felices son testigos como en muchas ciudades del país, sus madres, son homenajeadas al ser declaradas visitantes ilustres recibiendo de las autoridades la llave de las ciudades, que con amor las acoge.¡Gracias Lcdo Macias por dar felicidad a mujeres-madres en la edad dorada! Definitivamente, el amor de una madre, es excelso, grandioso, eterno, no hay parangón, amor que muchos hijos han respondido por igual, con acciones que han quedado gravadas en la historia como hechos sentimentales plagados de ternura y devoción filial. En este mes de mayo a todas las madres del mundo ¡feliz día de las madres!

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